mayo 18, 2010

DEFECTO COMUN / IDENTIDADES EN DISOLUCION



Todos invitados a esta exposición colectiva en la que participo. Allá nos vemos!!

INAUGURACION:
Miércoles 19, a las 19:00 Hrs.
Museo Universitario del Chopo.
Dr. Enrique González Martínez No. 10

DEFECTO COMUN / IDENTIDADES EN DISOLUCION / Por José Antonio Rodríguez.
Nada más problemático, en tiempos de transición, que hablar de identidades. Aunque viéndolo bien pareciera que como país, de manera permanente, siempre hemos estado en procesos de transición. Mientras que las identidades nacionales, si acaso esto existiera, son múltiples y se encuentran en continuos desplazamientos, sobre todo en las últimas décadas. De tal manera que en ninguna forma podría llegarse a un reduccionismo absoluto sobre qué se entiende por tal cosa actualmente. Entonces, si esto no es posible ¿cómo mostrar algo de esos sucesos?
Lo que aquí queremos poner en diálogo con el espectador es cómo ciertos fragmentos vitales y creativos, de un grupo de artistas contemporáneos, se dieron –y se dan– en un periodo de entre siglos. Mostrar un fragmento de ellos mismos que nos dijera si algo podemos entender hoy por identidad.
Los años de 1994-1995 conllevaron dramáticos cambios sociales y económicos. Y con ello se dieron diversos ejercicios creativos de la cultura fotográfica: una incertidumbre por el presente o el futuro inmediato; o lo frágil de las circunstancias históricas y la desazón en un país finisecular (esa aguda crisis que repercutió en lo espacios públicos y privados). Por eso varios de los creadores, surgidos en la década de los noventa, irán de una historia inmediata (esos entornos socio-históricos), de realidades a la vuelta de la esquina, a una historia personal de significaciones para sí. No tanto ya el reflejo de las agobiantes circunstancias públicas sino más bien las privadas. Una reflexión para sí mismos. Esto se volvió un modo introspectivo de representación. Eso permitió la construcción de los mundos propios, esos microcosmos que solicitan para sí sus particularidades. Por eso mismo las motivaciones simbólicas en la fotografía de esa generación de entre siglos –conformada por jóvenes y veteranos creadores de viejas batallas artísticas– tienen que buscarse también en sus fobias y sus deseos, en sus esperanzas y sus miedos, en sus certezas y fragilidades.
Detenerse en lo propio, antes que en lo social, no era ni una huída ni un escape, sino que eso generaría una autorreferencialidad a un mundo personal. Ésa fue una manera de asumir una cierta identidad, elaborada mediante referencias personales de su propio pasado, su presente, o bien como acto de memoria.